Los 100 días de gobierno de Milei.

Según el análisis de mundial, da balance negativo.

«No hay plata», dijo Milei al asumir como presidente el 10 de diciembre, cuando prometió combatir la inflación galopante, destruir a la «casta política» y cortar con «una motosierra» el tamaño del Estado.

El corazón del plan de Milei para desregular la economía argentina está en un mega DNU que deroga o modifica más de 300 normas y una Ley Ómnibus que en su versión original contenía más de 600 artículos.

Pero en estos tres meses ambos proyectos sufrieron reveses en el Congreso de la Nación, donde el pequeño partido de Milei es minoría: la «Ley Ómnibus» fracasó en febrero en el debate de diputados, y el mega DNU fue rechazado el jueves 14 de marzo de 2024 en el Senado.

Estas derrotas muestran que el presidente no consiguió transmitir la urgencia de sus reformas, justificada según él en la herencia recibida del anterior gobierno.

Poco después de asumir, Milei encendió su «motosierra»: suspendió las obras públicas, no renovó los contratos estatales, redujo los ministerios a la mitad, liberó los precios y los contratos de alquileres y devaluó el peso más de 50%, provocando una inflación de 25,5% en diciembre que se enfrió en febrero a 13%.

Con la devaluación y un aumento de precios de 276% anual a febrero, el poder adquisitivo de los argentinos se destruyó, en particular el de los jubilados.

La meta del presidente economista -alcanzar el déficit cero este año- es más ambiciosa de la que le pide el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que Argentina mantiene un acuerdo crediticio por 44.000 millones de dólares.

Milei busca ahora reunir fondos por 15.000 millones de dólares con el FMI y privados para eliminar a mediados de año el control de cambios, que ha dado lugar a varios tipos de dólar.

«La gente tiene claro que estamos pasando un momento muy duro, pero empieza a ver la salida», dijo el presidente a Radio La Red.

La contracara de este «ordenamiento» es la tensión social atizada por despidos, aumentos de precios y de las tarifas de servicios públicos por la quita de subsidios.

«Entre comer y comprar el remedio, la gente elige comer», dijo a AFP la farmacéutica Marcela López en Buenos Aires.

Los medicamentos aumentaron 40 puntos porcentuales más que la inflación general, lo que provocó una caída descomunal de sus ventas. Esto provocó que muchos abandonaran tratamientos crónicos.

También se manifestaron cuando se suspendió el envío de alimentos a los cerca de 40.000 comedores comunitarios, en momentos en que la pobreza golpea a casi el 60% de la población. El objetivo, según el gobierno, es auditar el sistema y proveer asistencia directa.

Los recortes afectaron también en el presupuesto de universidades, el apoyo estatal al cine y la investigación en ciencia y tecnología.

Como parte del ajuste, Milei vuela en líneas comerciales con una reducida comitiva.

Así llegó en enero a Davos, su estreno internacional, donde intrigó a la élite económica mundial al advertir que «Occidente está en peligro» y criticar a la justicia social y el «feminismo radical».

A pesar de sus mediáticos abrazos con Donald Trump -a quien admira- y el papa Francisco -con quien se reconcilió-, el exterior apenas ha sido una prioridad para Milei, excepto por haber suspendido la adhesión de Argentina al bloque BRIC. 

La excepción es Israel, adonde el presidente viajó para mostrar su cercanía al Estado hebreo y su interés espiritual en el judaísmo.

Diego Giacomini, quien co-escribió cuatro libros de economía con actual presidente, sostuvo que: «Javier cree tener una misión divina, que consiste en transformar Argentina y llevarla a la filosofía del Número Uno, que es Dios, el liberalismo; y sacarla de la filosofía de Satán, que es el socialismo».

Fuente: AFP
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