«El Santo Padre, sale al cruce y aclara cómo es el tema de las uniones homosexuales, ya ‘Bendecidas’ por la Iglesia Católica».
El Papa Bergoglio salió al cruce (casi permanente), de una nueva tradición que surgió hace unos años atrás en el seno de los pastores de la Iglesia Católica, la Bendición de las uniones homosexuales (o que se encuentran en «irregularidad», de acuerdo al Derecho Canónico).
El Santo Padre dijo claramente: “-No se bendice la unión, sino simplemente a las personas que juntas lo han solicitado”, en relación a la polémica práctica que llevan adelante muchos sacerdotes progresistas, en el mundo entero.
De esta manera, el Papa argentino, reafirmó este concepto sobre la declaración «Fiducia supplicans», que autoriza la bendición de parejas homosexuales o divorciados vueltos a casar, al recibir a los miembros del Dicasterio para la Doctrina de la Fe cuyo responsable, el Cardenal argentino Víctor Manuel «Tucho» Fernández, ex arzobispo de la diócesis de La Plata, y quien fuera uno de los redactores del documento.
«La intención de las Bendiciones pastorales y espontáneas es mostrar concretamente la cercanía del Señor y de la Iglesia a todos aquellos que, encontrándose en diferentes situaciones, piden ayuda para continuar a veces para comenzar un camino de fe», sostuvo el Papa Francisco, quién no recibió el apoyo de los sectores más conservadores del catolicismo, entre ellos una parte de los Estados Unidos y la mayoría del continente africano en dónde, está penalizada, la unión entre personas del mismo sexo.
Sobre estas cuestiones, el Papa quiso subrayar dos cosas: «La primera es que estas bendiciones son fuera de todo contexto y forma litúrgica, no exigen perfección moral para ser recibidas; y la segunda, es que, cuando una pareja se acerca espontáneamente para pedirlas, no se bendice la unión, sino simplemente a las personas que juntas lo han solicitado».
Sin duda alguna, queda mucha tela para cortar sobre el tema, que seguirá generando polémica por los años venideros, en una Iglesia católica que, a pesar de los aires de cambio que quiere imprimir este papado, no se encuentra preparada para abrir sus mentes a los nuevos órdenes que se vienen implementando desde décadas atrás.
Fuente: Redacción lasemana.news
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