Cuando el mobbing es desde la patronal estatal.

Mirando a otro lado y cajoneando las denuncias.

El mobbing, o acoso laboral (así conocido en la esfera de las relaciones laborales privadas), suele ser algo común y corriente, más allá de que no debiera existir, todos coincidimos en ello. ahora bien, que sucede cuando el mobbing es ejercido desde las relaciones laborales estatales, especialmente en el ministerio de educación de la provincia de Tucumán (como varias denuncias que nos hicieron llegar a esta redacción, y de las que damos cuenta).

Transcribimos una de ellas, haciendo reserva de la privacidad del denunciante, y lo presentaremos como el Caso «Cecilia», a fin de salvaguardar su identidad y evitar las represalias contra quien confió en nosotros; y dice así: (sic) «Con no poco pesar, y si mucha vergüenza, vengo a señalar el problema (grave) del acoso laborar, en muchas, no todas, las escuelas de la provincia de Tucumán. A pesar, de estar viviendo la tercera década del S. XXI, muchos directores/as, supervisores/as, y otros superiores de rangos intermedios, del sistema educativo (aclaro que no todos), funcionan como “capataces de estancias”, no respetando normas y leyes laborales, convenios, ni estatutos docentes, mucho menos, respetan la Constitución Nacional, o los Pactos Internacionales laborales. Muchos docentes, como es mi caso, debemos llevar adelante nuestra labor en un ambiente, dónde somos sometidos al mal trato, a las faltas constantes de respeto, a las injurias, y a la indecencia de ser tratados como personas de segunda o cuarta categoría. No hay equipos técnicos que tomen los casos y los solucionen, no hay oficinas, no hay gremios que aporten o resuelvan estas situaciones y denuncias (todo brilla por su ausencia), pero el acoso laboral educativo existe, y está presente cada día más; aunque muchas autoridades quieran mirar para otro lado y ocultarlo, para luego, llenarse la boca con palabras como: empatía, solidaridad, comprensión, contención y sentido de pertenencia (términos irreales que solo sirven para la demagogia de turno). La nueva cúpula de la cartera educativa provincial tiene muchos desafíos para solucionar, y este es uno de los más graves que existen dentro del sistema, de lo contrario, solo habrán sido cambios de nombres, y no de hechos que humillan al trabajador por un magro sueldo».

En este punto, ante tal denuncia, conviene preguntarse si, la ministra de educación de la provincia, Sra. Susana Montaldo, tomará cartas en el asunto, o dejará que la sangre llegue hasta el río, como dice el dicho ¿? Esa es la gran incógnita.

Fuente: Redacción lasemana.news