Las declaraciones, son de Scott Kenneth Homer Bessent, Scott Kenneth Homer Bessent, quién es inversor y administrador de fondos de alto riesgo estadounidense; y, actualmente, Secretario del Tesoro de los Estados Unidos, en la segunda presidencia de Donald Trump.
Hay mucho revuelo con los Estados Unidos, pero es un error. Los yanquis ya no existen. Se trata de una potencia en decadencia que no actúa motu proprio. Acá hay otra cosa.
Los EEUU son, como en la aplicabilidad biológica, pero social, de ese agente infeccioso (huésped) que ha invadido un cuerpo, un sujeto… Y está, técnicamente muerto, solo se mueve porque el huésped ha tomado el control de sus funciones neurobiológicas.
Cuando Ud. encuentra frente a esta situación, lo mira por dentro, ve que está todo seco. Está muerto y aún así sigue moviéndose para cumplir el objetivo del huésped.
En una palabra, los yanquis son los que ponen la cara para arrastrar la marca, ponen a funcionar la maquinita de emitir moneda (dejando un tendal de deuda que más tarde la sufrirá el pueblo-nación estadounidense) y emplean la fuerza de sus armas para lograr un objetivo que nada tiene que ver con los EEUU.
Hay muchas limitaciones para hablar de esto, pero el atento lector lo entenderá. No son los yanquis, es la secta que controla a Washington como el huésped, controla al organismo en el que se ha insertado.
El verdadero enemigo no muestra su cara, es hábil y ladino. El yanqui es el títere del verdadero enemigo y solo nos será dado conocer públicamente la identidad de este cuando sea ya demasiado tarde.
Fuente: Revista Hegemonía.
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