«¡Lo peor, NO pasó!»

«La Argentina no es un país, es una trampa».

La promesa del presidente Javier Milei de que «lo peor ya pasó» resuena con una inquietante familiaridad en el panorama político argentino. Este optimista vaticinio, presentado durante la defensa de su proyecto de Presupuesto 2026, evoca directamente las palabras de su predecesor, Mauricio Macri, quien en 2018 utilizó una frase casi idéntica para asegurar que lo más difícil había quedado atrás y que el país se encaminaba hacia el crecimiento. La historia, sin embargo, demostró la falacia de aquel pronóstico, y la nota periodística subraya esta peligrosa coincidencia. La analogía es punzante: ambos líderes liberales adoptaron un discurso de esperanza en un momento crucial, pero mientras uno hablaba, las bases de una crisis ya se estaban gestando.

La ironía de la historia no se detiene en la mera similitud de las palabras. El artículo detalla con precisión cómo, poco después del discurso de Macri en 2018, la economía argentina se desmoronó, evidenciando que el optimismo del gobierno era infundado. La crisis del tipo de cambio se desató casi de inmediato, con el dólar disparándose de manera vertiginosa. Este colapso financiero no fue un evento aislado, sino el preludio de una serie de decisiones desesperadas, incluida la solicitud de un acuerdo «stand by» con el FMI por 50.000 millones de dólares, la renuncia de dos presidentes del Banco Central en un corto período (Federico Sturzengger y Luis Caputo, este último ahora ministro de Economía de Milei), y una inflación que escaló al 47.6% anual.

El paralelismo histórico se convierte así en una mordaz advertencia. El hecho de que el actual ministro de Economía de Milei, Luis Caputo, fuera uno de los protagonistas de aquella debacle financiera, añade un tinte particularmente crítico a la situación. La nota subraya que, aunque el gobierno de Milei insista en que «el rumbo es el correcto», la repetición de las mismas promesas, con los mismos actores y una situación económica ya tensa, genera un escepticismo justificado. Lejos de ser un simple optimismo, el artículo sugiere que las palabras del presidente podrían ser una peligrosa negación de las vulnerabilidades económicas subyacentes, y la historia, lejos de ser un simple eco, se presenta como un espejo que refleja los errores del pasado y las posibles consecuencias de un presente que se niega a aprender de ellos.

Editorial lasemana.news
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