Todos los pronósticos se cumplieron, vuelve a la arena política, la mente más brillante que tiene la Argentina de principios del siglo XXI.
Después de unos cuantos meses, de no haber vuelto a ocupar ningún cargo político (tanto interno como del orden de la función pública), la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, resultó electa presidenta nacional del Partido Justicialista, a pesar de la escaramuza que quiso ensayar el riojano Quintela, pero que no tuviera mayor asidero.
La junta electoral del Partido Justicialista (PJ) formalizó a la Dra. Cristina Fernández de Kirchner como conductora del peronismo; luego de que fuera rechazada la lista del gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, por falta de avales para liderar el partido; en su resolución, la Junta Electoral del Partido Justicialista, resolvió proclamar a la lista «Primero la Patria», encabezada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El comunicado incluyó un proceso de verificación de avales y documentos requeridos por el Reglamento Electoral del partido. La lista de la dos veces presidenta de la Nación contó con 106125 avales válidos, aunque se presentaron 159144 registros, de los que una parte excedió el límite del 25 por ciento para la provincia de Buenos Aires.

Desde que dejó su mandato, como Vicepresidenta de la Nación Argentina, la Dra. Cristina Fernández de Kirchner se encontró sin fueros, sin «protección política», fue una ciudadana común y corriente, a pesar de ello, y para tristeza de los «Liber-Virgos», el actual presidente de la Nación tampoco pudo cumplir otra de sus tantas promesas incumplidas, y repetidas hasta el cansancio durante su campaña electoral: «Meter presa a Cristina».
No solo, está decisión del PJ nacional, es un llamado de atención para el oficialismo, sino también, para los gobernadores (que se dijeron justicialistas, como el tucumano Osvaldo Jaldo, pero que votaron a favor de los libertarios), y que, en este momento, deben (o deberían, si tienen dos dedos de frente), preguntarse: «-¿De qué nos disfrazamos? ¡Después de tantas traiciones!».
Lo cierto es que, CFK, volvió, un día en que, en los EEUU se celebraron elecciones presidenciales con resultados abiertos; CFK volvió y es la luz de esperanza para muchos que están perdiendo sus derechos; CFK volvió porque tiene años de experiencia, le sobra militancia, y una claridad excelsa de pensamiento y diplomacia.
CFK, Volvió.
Nota Editorial.
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